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De origen belga, de alta fermentación y de graduación alcohólica 11º, se trata de una oscura y excepcional Strong Ale 100% natural, sin conservantes, sin adyuvantes y sin productos químicos. El sabor en boca es dulce, con gusto a caramelo, malta, pasas y frutos secos con suaves notas azucaradas que terminan por enmascarar el alcohol que porta dicha cerveza. En cuanto a su aroma, percibiremos en nariz ese peculiar olor a barril de roble junto al perfume que rezuman los ingredientes (malta, frutos secos y caramelo) con los que fue elaborada esta magna obra. Compleja como la vida misma, es considerada por los expertos como una de las mejores cervezas del mundo.