Esta cerveza típica de Navidad es muy densa en su sabor y con mucho cuerpo. Revela mucha dulzura y constancia desde el primer trago. La sabia combinación de un verdadero rigor arbolado combinando de manera fiel con el su aliado dulce, consigue respetar las características de ambos. La dulzura persistirá en el paladar, mientas el rigor anhelará en la garganta.