Cerveza elaborada en memoria del monasterio belga de NOTRE DAME DE VILLERS, de triple fermentación y de color rubio ambarino. En cuanto a su sabor resalta que su amargura no es dominante en el primer trago pero da una impresión de agua helada capaz de reanimar a cualquiera. En definitiva es una cerveza llena de sabor, suave en boca y con un final dulce amargo con un aroma agradable y buena espuma.